Un atractivo de este pequeño poblado es el arroyo Comallo, un curso de agua de los más importantes de la región que nace del deshielo del Cerro Anecón y que, además de abastecer al pueblo y a los campos lindantes de agua, da lugar a un increíble paisaje que deslumbra en las distintas épocas del año y ofrece un contexto sin igual para disfrutar en paz mientras se observa y escucha el agua correr.
Este espacio, rodeado por un valle de bardas muy altas y un terreno rojizo, cuenta a tan sólo 500 metros de la localidad con seis puntos de encuentro preparados para disfrutar a pleno las bondades de la naturaleza circundante y relajarse en un entorno que parece salido de un cuento.
Allí, quienes deseen vivir una experiencia imperdible tendrán la posibilidad de deleitarse con un exquisito asado o preparar todo para un pic nic en familia ya que el espacio cuenta con las instalaciones pertinentes en las que se puede encender fuego de forma controlada. Se trata de un lugar accesible al que se puede llegar a pie, en bicicleta o cualquier otro vehículo.
Desde su fundación, Comallo se caracterizó por ser un pueblo tranquilo y de suma convivencia que mantuvo a través del tiempo su encantador espíritu tradicionalista. Sus habitantes, orgullosos de su tierra, siempre reciben a las y los visitantes con cordialidad y un trato sumamente bondadoso y amigable, en un fiel retrato de lo que es para ellos su forma de sentir la amistad, que es la que dio origen a la Fiesta Provincial de la Cordialidad, donde se rescatan un sin fin de expresiones populares que ponen a la cultural local en lo más alto.