La salud bucal no solo implica el cuidado de los dientes, también involucra el cuidado de las encías, la lengua y las mucosas bucales.
Las enfermedades de las encías, enfermedades gingivoperiodontales, representan un problema de salud que afecta a un número muy importante de la población. La gingivitis es la inflamación de las encías y su signo más importante es el sangrado. Las encías sanas son de color rosa claro, no están inflamadas y no sangran al cepillado ni espontáneamente.
Si la gingivitis no es tratada por el odontólogo puede evolucionar a una periodontitis. La periodontitis además de la inflamación de las encías afecta los tejidos de sostén de los dientes, pudiendo ocasionar retracción de la encía, movilidad dental y puede llevar a la pérdida de la pieza dentaria.
La causa de las enfermedades periodontales es la acumulación de bacterias sobre la superficie de los dientes, que forman una película denominada placa bacteriana. Para eliminar la placa bacteriana debemos realizar el barrido mecánico de las misma por medio de un cepillo dental de cerdas suaves después de cada comida y el uso de un elemento interdentario una vez al día, debido a que el cepillo no llega a los espacios entre los dientes. De acuerdo al tamaño de los espacios entre las piezas dentarias se puede utilizar hilo dental, palillos o cepillos interdentarios.
Si realizamos una adecuada higiene bucal y eliminamos la placa bacteriana diariamente, las enfermedades de las encías pueden ser prevenidas.
Si tiene algunos de estos síntomas, como cambio de color, sangrado o retracción de las encías, movilidad, cambio de posición o separación de los dientes y mal aliento, puede que sus encías no estén en salud y debe concurrir al odontólogo.
Las enfermedades de las encías no sólo afectan la salud bucal, sino la salud general.