La limpieza del tanque domiciliario debe realizarse como mínimo dos veces al año, con el siguiente procedimiento:
En el caso de las piletas, el mantenimiento es necesario para evitar que en el agua se desarrollen bacterias, hongos y algas que podrían ocasionar diversos problemas de salud.
El verano es una época del año propicia para la transmisión de enfermedades transmitidas en aguas recreativas como otitis, conjuntivitis, pie de atleta y diversas infecciones intestinales, por ello es importante la higiene frecuente y tener en cuenta algunas pautas sencillas para el mantenimiento del agua.
El cloro mantiene el agua libre de bacterias y otros microbios, su función es destruirlos por eso el tratamiento debe realizarse con la cantidad adecuada, teniendo en cuenta el volumen de agua que contenga la pileta.
Para el uso de este producto químico y otros como alguicidas, floculantes, reguladores de pH es importante respetar los rótulos de los envases, vencimiento, dosis de administración, precauciones y condiciones de almacenamiento.
La aplicación de los productos debe realizarse en ausencia de bañistas, preferentemente a la noche o por la mañana y mantener tapada la pileta hasta su uso. Es de destacar que estos productos siempre deben mantenerse fuera del alcance de los niños y de las mascotas.
Otras medidas que favorecen la higiene de la pileta son renovar el agua diariamente entre 5 y 10 cm de alto, ingresar con los pies limpios y en lo posible ducharse antes, controlar el cloro con un kit de medición y no ingresar sí está cursando alguna enfermedad gastrointestinal.