El agua es el principal componente del organismo, un nutriente esencial e imprescindible y durante los días de mucho calor, se transpira con mayor frecuencia para que podamos mantener nuestra temperatura corporal, produciéndose una mayor pérdida de líquidos, que debemos reponer.
La cantidad de agua total en el cuerpo depende de varios factores como la edad, el sexo, la temperatura, el metabolismo, el estado de salud, la actividad física, la dieta, la medicación, entre otros.
En general, la ingesta de líquidos debe aumentarse en caso de exposición a altas temperaturas y según la actividad física realizada. Desde el Ministerio de Salud de la provincia recomiendan tomar de 2 a 2,5 litros diarios de líquidos (preferentemente, agua).
Cuando el cuerpo no repone el líquido suficiente, puede aparecer el riesgo de sufrir deshidratación,si bien puede afectar a todas las personas, los niños de corta edad y, especialmente los adultos mayores son los grupos más susceptibles a sufrirla.