Miranda Muñiz, pediatra e integrante del equipo de Salud Perinatal y Niñez del Ministerio de Salud, afirmó que el uso de “la playa, la pileta y el río incrementan el riesgo de sufrir otitis, siendo más vulnerables los niños por tener los conductos auditivos más cortos y pasar más tiempo sumergidos en el agua”.
“Las recomendaciones principales tienen que ver con evitar sumergirse y buscar utilizar aguas seguras, porque estas otitis de verano son de origen bacterianos y se dan por acumulación de humedad en el oído externo, lo que produce bastante molestia como dolor, picazón, entre otros síntomas”, dijo Muñiz.
Por otro lado, la referente de Salud explicó que “es fundamental una vez que salimos del agua secar bien la zona externa del oído con una toalla. Además, un elemento que podemos utilizar son los gorros que tapar las orejas, o tapones para los oídos para disminuir el ingreso de agua”.
Los síntomas pueden ser desde picazón, sensación de taponamiento del oído, enrojecimiento e inflamación del conducto auditivo, dolor de distinta intensidad, fiebre.
Entre las recomendaciones para disminuir el riesgo de otitis externa se pueden mencionar:
- No bañarse en aguas contaminadas
- Evitar la inmersión y reducir el tiempo en el agua
- Uso preventivo de tapones para los oídos
- Secado de la parte externa del oído con toalla o gasa, NO introducir hisopos ni otros objetos en el conducto auditivo.
Ante cualquiera de los síntomas mencionados, evitar la automedicación y consultar al centro de salud más cercano.