La propuesta, coordinada por personal de la Delegación Alto Valle, cuenta con la participación permanente de 13 internos del pabellón 4. Debido a las precauciones que se adoptan en virtud de la situación sanitaria, la realización del taller combina instancias presenciales con actividades a distancia.
Se prevé que el taller, iniciado en mayo, finalice en noviembre con la realización colectiva de un mural en las paredes internas del establecimiento, más precisamente en un espacio de uso común por el que circulan diferentes actores vinculados con la dinámica cotidiana de la Unidad.
Sobre la importancia de esta actividad, desde la Secretaría de Derechos Humanos señalaron que “el taller facilita espacios de encuentro y formación de los internos, en los cuales reflexionan sobre sus historias de vida y se enfocan en acciones positivas, tanto en el presente como de cara al futuro”.