En la visita, la Gobernadora se reunió con la presidenta de la Junta Vecinal, Virginia Gualmes, una de las vecinas que trabaja con sus propias manos en la construcción, junto a unos pocos familiares y colaboradores del barrio.
La sede en construcción tiene una superficie cubierta de 150 metros cuadrados y alojará un gran salón, la oficina de la Junta (que funciona en la vivienda de la Presidenta), dos baños y una cocina, y aparte contará con una casa pequeña para el cuidador y una placita con juegos.
“Qué bien que va la obra, felicitaciones”, exclamó la Gobernadora, sorprendida por la soledad de los vecinos en la tarea, que alcanzaron a construir la platea con los caños de servicios y rellenarla parcialmente, y las paredes de un metro de altura.
Gualmes informó que comenzaron la obra con los materiales aportados por la Provincia en diciembre de 2020 y salieron a pedir donaciones para avanzar hasta donde llegaron, lo que les estaba costando mucho.
“Este aporte nos viene muy bien, mi sueño es llegar al techo y cerrar antes del invierno, para repartir acá el plan calor. Hasta ahora lo hacemos en un lugar a la intemperie o en mi casa, y es muy complicado”, agregó la dirigente vecinalista.
Destacó que lograron construir el nicho de gas, el pilar de luz e instalar el medidor de agua, con lo que están en condiciones de recibir los tres servicios.
La Gobernadora le sugirió continuar la obra con construcción en seco, que tiene el mismo costo pero avanza con mayor rapidez, y evaluaron con el ministro Deco las necesidades y otras ayudas para acelerar el trabajo.
La dirigente indicó que el IPPV aportará cerramientos y que el Ente de Desarrollo de la Cordillera también acompaña con la entrega de otros elementos y servicios; en tanto que la Gobernadora expresó su intención de gestionar mano de obra también para acelerar los trabajos y aliviar a los vecinos.
Gualmes es presidenta de la Junta desde 2008 y dos años atrás fue reelecta con el apoyo mayoritario de los vecinos. En la primavera volverán a tener elecciones y piensa presentarse nuevamente, para cumplir su anhelo de “entregar el barrio con una linda sede" hecha por sus propias manos.