“En diciembre de 2011, la deuda representaba el 85% de los ingresos netos de la Provincia y era deuda en su mayoría tomada para cancelar gastos corrientes, para pagar los sueldos. Era un Estado que recurrentemente gastaba más de lo que recaudaba y por ello debía endeudarse”, recordó el gobernador Alberto Weretilneck.
Al cierre de 2019, la deuda se redujo al 63% de los ingresos corrientes netos, y más de la mitad de esta deuda fue tomada para el mayor plan de obra pública en la historia de la provincia, el Plan Castello.
Hablar de provincia ordenada, responsable y previsible económicamente es garantizar la ejecución de programas y acciones para potenciar la integración y el desarrollo provincial en todos sus niveles con resultados que impactan en la sociedad.
“Río Negro logró en ocho años ser una provincia ordenada económicamente porque el gasto público es acorde a los ingresos. Es transparente y responsable en el uso de los recursos del Estado y es previsible porque permite tomar medidas a mediano y largo plazo que mejoran la calidad de vida de todos los rionegrinos, sin que se afecten las finanzas públicas”, remarcó el gobernador Alberto Weretilneck.
En materia económica las finanzas provinciales han ido mejorando en los últimos ocho años. Esto se debe a la mejora en los ingresos y la austeridad en el gasto público, logrando resultados primarios positivos. Así, el 2019 cerrará con un resultado primario superavitario de $1.403 millones. Esto habla de responsabilidad y prudencia; y también de eficiencia en el manejo de las finanzas publicas.
Considerando los recursos tributarios de origen provincial como indicador de autonomía, a partir del año 2012 se dio un ascenso sustancial cuando la Dirección General de Rentas pasó a ser Agencia de Recaudación Tributaria. Los ingresos por recaudación propia, el de los impuestos de la provincia, superaron siempre la meta presupuestada. El incremento de las acciones de control y fiscalización en cada una de las localidades, sumado a otras mejoras de la administración tributaria, fueron determinantes para alcanzar esta línea recaudatoria.
En 2012 se comenzó un proceso de mejoramiento sustancial de las funciones de la Agencia y en este marco amplió su presencia en cada una de las localidades con operativos de fiscalización, como así también con servicios que buscan facilitarle los trámites al contribuyente ampliando los medios de pago y los tramites web, fortaleciendo el vínculo con los contribuyentes.
Se intensificó el sistema de cobranzas y de cumplimiento de las obligaciones fiscales en todo el territorio rionegrino. Con esta política, se logró disminuir la brecha existente entre los importes facturados y recaudados e incentivar el cumplimiento voluntario de las obligaciones fiscales.
La mejora global en las principales variables, el incremento de recursos y disminución del gasto, lleva a una mejora sustancial de los resultados económicos y financieros de la provincia.
Después de ocho años, Río Negro tiene una política de presupuesto mejor diseñada en base a la definición de los programas y objetivos que permiten medir los resultados. “Hemos avanzado hacia una gestión pública por resultados y procesos. Trabajando para la expresión de un presupuesto público orientado al ciudadano. Estableciendo mecanismos y aplicación de herramientas concretas para la planificación del gasto público”, sostuvo Weretilneck.
Estos elementos se conjugaron para poder tomar decisiones que marcaron un antes y un después en la historia de Río Negro.
Así, por primera vez salió al mercado internacional con un título de estas características, consiguiendo fondos al 7,75% anual, una tasa inferior a las adquiridas por otras jurisdicciones del país a plazos similares para la puesta en marcha del Plan Castello.
Se logró el financiamiento externo con organismos multilaterales de crédito para proyectos de Infraestructura y Reforma del Estado por más de U$S150.000.000, ejecutadas y en proceso de ejecución. Y actualmente se están tramitando créditos por alrededor de U$S130.000.000 para obras claves de la provincia.
A su vez, estas medidas fueron acompañadas por inversiones financiadas con recursos propios, cuyos destinos fueron políticas de seguridad y servicios sociales y económicos contemplando salud, vivienda, educación y asistencia social. En estos últimos ocho años, en promedio el gasto en la finalidad Servicios Sociales supera el 50%.
Sin desatender las necesidades de los municipios de la provincia, las transferencias en concepto de coparticipación también incrementaron, pasando de ser un 9,87% del gasto corriente en 2011 a un 11,74% del gasto corriente proyectado de 2019.
Todas las medidas tomadas por el Ministerio de Economía, reflejadas en las acciones planificadas para cada año, se basaron en el concepto de transparencia y de un gobierno abierto, donde todos los ciudadanos puedan conocer que se hace desde el Estado Provincial. Para ello, fue fundamental avanzar en el proceso de modernización del Estado y así alcanzar una administración pública al servicio del ciudadano con una mayor eficiencia, eficacia y calidad en la prestación de servicios.