Las rutas para llegar a la zona sufrieron cortes y habilitaciones parciales. Los equipos viales trabajaron durante todo el fin de semana para despejar la nieve y el hielo de las calzadas y así posibilitar una mejor circulación. Además de extremar las medidas de precaución para transitar, las autoridades determinaron el uso obligatorio de cadenas.
Los vuelos no fueron la excepción. Se esperaba un récord de arribos de 41 aviones programados para el sábado y otros 39, el domingo. Sin embargo, las condiciones climáticas hicieron que el aeropuerto de San Carlos de Bariloche se mantuviera cerrado hasta el domingo a las 7, cuando comenzó a funcionar con normalidad.
Los privilegiados fueron los turistas que viajaban a través del Tren Patagónico. No sólo llegaron a destino, sino que vivieron una experiencia única: la postal que deslumbró a todo el país, un tren uniendo el mar con la cordillera que atravesó sin problemas el manto blanco que cubría la ciudad y toda la estepa rionegrina.
"Nada detiene a nuestro querido Tren Patagónico, que es mucho más que un medio de transporte; es uno de los orgullos rionegrinos. Así arribó este mediodía a Bariloche, uniendo el mar con la cordillera", expresó al respecto el gobernador Alberto Weretilneck.