Trabajo conjunto, planificación y acompañamiento, fueron algunas de las claves del éxito logrado.
Y gracias a ese arduo trabajo, siete chicos rionegrinos dejaron su sello bien marcado. Ellos fueron la cipoleña Rosario Soto (oro con el equipo de bech handball); Mariano “Broly” Carvajal de Fernández Oro (plata en breaking junto a su compañera de Italia apodada Lexy); los viedmenses Tomás Páez y Nahuel Baptista (bronce en beach handball); la riocoloradense Sol Castro (quedó con la selección entre los seis mejores equipos en básquet 3×3); el barilochense Mateo Delmastro (participó en bádminton) y Valentina Muñoz, de Maquinchao (participó en ciclismo).
“Tuvimos la fortuna y el orgullo de que fuimos la provincia que por habitantes más deportistas aportó al desarrollo del proyecto olímpico”, enfatizó el secretario de Deportes, Marcelo Szczygol, haciendo referencia a todos los rionegrinos que formaron parte del proceso de selección.
Sobre la tarea llevada adelante por los atletas elegidos, el funcionario destacó: “Una vez más, Río Negro estuvo entre los primeros puestos nacionales e internacionales y esto fue nada menos que gracias al trabajo de cada uno de los chicos. Fueron unos Juegos muy prestigiosos para nosotros porque además de presencia, aportamos medallas para la Argentina”.
Además, la Provincia tuvo un representante como entrenador. Fue el viedmense Daniel “Pikin” Martinovich, que al frente del conjunto nacional alcanzó por primera vez una medalla olímpica (bronce), de la mano del sanpedrino Valentín Rossi en kayak de velocidad.
Los Juegos de 2018 no fueron una competencia más. Es que tuvieron como sede nada menos que a la Argentina y sirvió como vidriera mundial para cada uno de los deportistas.
En números generales, la delegación nacional contó con la presencia de 141 atletas –un récord absoluto-, alcanzado la conquista de 32 medallas, con once de oro, diez de plata y once de bronce.
Por eso, las actuaciones rionegrinas cobraron aún más valor. Así lo marcó Szczygol: “Estos jóvenes, que ya son atletas destacados a nivel mundial, brillaron frente al mundo y realmente fue emocionante ver cada vez que se subía la bandera de Río Negro. Fue un orgullo para nosotros”.