En su misiva enviada ayer al ministro de Producción de la Nación, Dante Sica, el Mandatario rionegrino expuso una serie de datos económicos que muestran el resultado negativo de la relación costo/beneficio del complejo frutícola.
El informe enviado a Nación hace mención no solamente a los problemas internos del complejo frutícola, sino al fuerte impacto que significaron esta temporada para el sector varios factores relacionados con la economía nacional, como la inflación (que licúa los efectos positivos de la devaluación para la fruticultura), “pero principalmente los incrementos en los costos fiscales de la producción, motivados por las nuevas retenciones y la disminución de los reintegros a las exportaciones, por citar dos casos”, indica la nota oficial.
En tal sentido, Weretilneck transmitió al ministro nacional que “nos encontramos ante una situación de quebrando de la fruticultura”, por lo que es imperiosa la toma de medidas para ayudar al sector en el plazo inmediato, así como la puesta en marcha de un programa de reformas estructurales hacia el futuro.
Relevamientos realizados por la Secretaria de Agroindustria de la Nación, y otros organismos como el INTA y el Ministerio de Agricultura, Ganadería y Pesca de Río Negro, muestran que en los últimos diez años hay una pérdida sistemática de competitividad por atraso cambiario e inflación interna, pérdida de mercados, falta de acuerdos comerciales, obsolescencia del parque de maquinaria e implementos agrícolas, falta de reconversión varietal, muy baja perspectiva de recambio generacional, abandono de las propiedades productivas, falta de tecnología en empaque y frío, así como los altos costos laborales, entre otras causas.
Uno de los problemas citados por el Gobernador Weretilneck refiere al aumento de los costos de producción por devaluación e inflación. La devaluación que llegó después del primer semestre, habiéndose comercializado el 70% de la producción con un tipo de cambio retrasado y afrontando todos los costos con un tipo de cambio del doble del previsto. A esto se le suma una inflación que superó el 45% partiendo de una meta inflacionaria anunciada en un tercio de ese número; combustibles con más de 70% de incremento; energía; tasas productivas altas tanto para capital de trabajo como incorporación de tecnología.
En tanto, las tasas de interés del sistema financiero hoy no permiten realizar ningún tipo de inversión ni posibilitan una prefinanciación de exportación acorde a la situación. Sumado a esto, todas las tecnologías y maquinarias necesarias para mejorar la competitividad sufren impuestos internos en un promedio de más del 50%, llegando en algunos casos a más del 80% (Posición arancelaria, Derecho de importación extra zona, IVA, IVA Complementario, Ganancias, etc.). Otros factores que influyen negativamente son la baja de reembolsos y la imposición de retenciones a las exportaciones, “siendo éstas completamente injustas sobre una actividad con rentabilidad nula, y que ocasionan un alto impacto sobre el valor fruta generando una situación de quebranto en productores y empresas”, señaló el Mandatario.